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Los valverdeños abandonaron el terreno de juego hundidos y derrotados
El Racing cae contra las adversidades
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El Racing cae contra las adversidades

La actuación arbitral condicionó el encuentro que terminó ganando el Alburquerque por 1-2

fernando negrete sosa

Lunes, 3 de abril 2017, 11:31

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El Racing Valverdeño recibía este domingo al segundo clasificado de la tabla, el Alburquerque, con la clara intención de hacerse con los tres puntos y afianzarse en los puestos de promoción para afrontar con moral los tres partidos restantes. Esta era la teoría, pero la práctica fue muy diferente ya que los valverdeños jugaron setenta minutos con nueve jugadores a lo que hay que añadir algunas lesiones y numerosas decisiones que favorecieron a los visitantes que terminaron ganando por 1-2.

El club y aficionados locales mostraron su descontento con la actuación del trío arbitral que claramente condicionó el devenir del encuentro y fueron despedidos del Municipal de San Roque con una sonada pitada y abucheos.

Con esta derrota el Racing sale de los puestos de asenso, están clasificados quintos y empatados a puntos con el cuarto, el Valdelacalzada. Los valverdeños tendrán que voltear la situación e intentar acceder a la zona alta en los tres partidos restantes que son contra Cheles, Gran Maestres y Gévora.

No tenían un encuentro fácil los nuestros que lo afrontaban con importantes bajas, de Roberto y Albertino, además, José Mari jugó tocado. Además, pronto se torcieron las cosas en el encuentro. Corría el minuto 10 cuando Mendy pisa sin intención alguna a un rival cerca de la zona de los banquillos. En ese momento se monta una fuerte tangana entre jugadores de ambos conjuntos con empujones, amenazas, insultos, etc. Pasados más de cinco minutos y una vez tranquilizados los ánimos y resuelto el problema, el colegiado, a instancias de su asistente, expulsa con roja directa al local Luis y al visitante David, éste último abandonó el terreno de juego siendo sujetado por varios compañeros y lanzando graves insultos y amenazas de muerte a un valverdeño.

Volviendo al fútbol, en el saque de la falta José Mari recibió un fuerte pelotazo cayendo al suelo y dando un susto a todos los presentes, pero todo quedó en eso, un solo susto.

Parecía que todo volvía a la normalidad y que ambos conjuntos afrontarían el partido con uno de menos. Pero en ese momento apareció el colegiado para protagonizar la decisión más polémica del partido con la expulsión directa de Aitor tras un forcejeo en el área visitante. El valverdeño recibió un bloqueo y con la inercia golpeó a un rival. Roja directa y 70 minutos por delante con nueve efectivos.

Poco después Borja también tendría un encontronazo con un visitante en otro forcejeo. El trío arbitral perdonó la roja al valverdeño.

Ante la situación, César Cuéllar dispuso un 4-3-1, todos los jugadores tuvieron que multiplicar esfuerzos para intentar salvar el encuentro. Y vaya si lo hicieron, demostraron una gran fe y corrieron como nunca para intentar dar una gran alegría a la afición local que había llenado el Municipal de San Roque.

A la inferioridad valverdeña hubo que añadir el gol visitante en el último minuto de la primera parte. Internada por la derecha de Juan Carlos que finaliza con un sombrero y un centro al segundo palo donde aparece Jaime, en posición muy dudosa, para mandar el balón al fondo de la red y marcar el gol psicológico del encuentro.

Con la ventaja se marcharon al descanso y afrontaban la segunda parte con mucha fuerza para cerrar el encuentro cuanto antes. Pero nada más lejos de la realidad, los valverdeños salieron con la clara intención de darle la vuelta al marcador y a pesar de las numerosas decisiones que favorecieron a los visitantes, los hombres de César Cuéllar lo dieron todo, luchando contra todos.

A un minuto de la reanudación, José Mari aprovecha un fallo defensivo y se planta solo ante el portero que despeja a córner el tiro del valverdeño. Y solamente cuatro dos minutos después llegó la alegría de la tarde, centro medido de Ale desde la derecha que peina Jona al fondo de la red dando el empate al equipo valverdeño.

En este momento se reforzó la línea defensiva y se intentó mandar balones largos a José Mari y Pichi, que lucharon todos e incluso crearon una ocasión que pudo poner en ventaja a los locales. Pichi conecta con José Mari que después de amagar se dispone a lanzar a puerta solo ante el portero pero la presión de dos jugadores hace que dispare desviado.

A todos los contratiempos hubo que añadir la lesión de Alejandro que tuvo que abandonar el terreno de juego. Además, Ale también jugó gran parte del encuentro tocado, lo mismo que José Mari.

Con dicho panorama, parecía muy anormal que los valverdeños lograran sacar un punto pero el esfuerzo que se estaba realizando lo merecía, incluso la victoria pero todo ello se esfumó en los últimos minutos.

Fruto del cansancio acumulado por jugar todo el encuentro con nueve, se fueron atrás para defender el resultado en el tramo final. Los visitantes acecharon el área local con continuos centros, despejados una y otra vez por la zaga local. Pero en el último minuto del encuentro en una alta desde la derecha, el visitante Fernando aprovecha su posición muy dudosa para marcar el definitivo uno a dos dando un fuerte mazazo a los valverdeños que vieron con desolación como se les escapaba el punto y sobre todo, el esfuerzo y trabajo realizado. El autor del gol jugó con amarilla desde el minuto cuatro, desde entonces se dedicó a romper el juego visitante de cualquier forma, llegando a cometer más de 10 faltas, algunas no pitadas y otras sí, en las que se le fue perdonada la segunda amarilla. El triunfo lo dio un jugador que no debió terminar el encuentro y que además partía en posible fuera de juego.

Con ello se llegó al final del encuentro. En este momento José Mari fue expulsado con roja directa por, según el colegiado, insultarle gravemente.

Un gran número de aficionados visitantes celebraron la victoria mientras que la local despidió con una fuerte ovación a los suyos, nada que ver con la despedida que tuvo el trío arbitral que recibió una sonada pitada y abucheos en su camino a los vestuarios.

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