El alcalde Landero y Alfonso XIII

Corrían los primeros días del mes de mayo del año 1906 cuando don Alfonso XIII firmó en Londres su compromiso matrimonial con doña Victoria Eugenia de Battenberg. Como es de suponer se hicieron muchos actos para celebrar el matrimonio y homenajear a los futuros esposos. Me voy a detener solo en el regalo que el alcalde de Madrid don Eduardo Vicenti Reguera, del partido liberal, organizó para la pareja real: un Álbum de firmas de los alcaldes de España dedicado a don Alfonso y doña Victoria Eugenia. El Álbum, creado por uno de los mejores joyeros de Madrid, era de piel morada, cubierto con apliques de plata, piedras preciosas y esmaltes, y se pretendía que en él figuraran las firmas de los alcaldes de todos los municipios de España.

Por aquel entonces era alcalde de Valverde de Leganés don Julián Gómez Landero, cuya familia aparece posando en el patio de la iglesia en alguna de las fotografías antiguas del libro que se editó hace unos años, y algo debió hacer el alcalde de Madrid, don Eduardo Vicenti, que no gustó nada a Gómez Landero. Creo que no dio la suficiente importancia y realce al papel de Extremadura en las celebraciones que había organizado en homenaje a don Alfonso y doña Victoria Eugenia.

Una ofensa muy sentida en tiempos en que la sociedad se había vuelto hacia el interior de la nación y sus regiones por lo que no era de extrañar que el alcalde Landero tomara la bandera de la Extremadura olvidada y decidiera no firmar el Álbum que el alcalde de Madrid tenía previsto regalar a los futuros reyes en nombre de los alcaldes de España.

Parece que el alcalde Landero tenía alguna influencia en la prensa regional y el Noticiero Extremeño se hizo eco de la situación con la noticia de que «hoy en Extremadura es el alcalde de Valverde de Leganés el que ha acertado, con su acto de protesta, a interpretar los deseos de la región ofendida; y por eso es el hueco vacío de su firma en el álbum de los alcaldes españoles la significación genuina de la ausencia de toda Extremadura en esas fiestas en que no se le reservó el puesto a que le da derecho su historia» continuando con que «hoy es el Sr. Landero el que representa las aspiraciones de todos los pueblos de Extremadura y, por tanto, él puede decirse que es el verdadero alcalde de la región, puesto que toda está con él en este asunto.»

La crónica no dice si el suceso llegó a conocimiento de los reyes; a mí me parece que no, bastante tuvo el nuevo matrimonio con el atentado que el mismo día de su boda sufrió en la calle Mayor de Madrid. Lo que parece cierto que algo le debió llegar al alcalde de Madrid que se vio en la necesidad de hacer un desagravio a Extremadura o al alcalde de Valverde haciéndole un hueco en alguna de las celebraciones previstas para celebrar el enlace matrimonial. Un desagravio que no fue aceptado porque «la protesta ha de constar de un modo permanente y ostensible en el mismo grado que fue el desaire.»

Si algún día se os ocurre visitar la Biblioteca del Palacio Real no busquéis la firma del alcalde de Valverde en el Álbum que los alcaldes de España regalaron a don Alfonso y doña Victoria Eugenia porque la protesta de don Juan Landero sigue todavía constando de forma permanente con la misma intensidad que el desaire que recibió.