

El Parque Natural y Arqueológico El Rebellao ha sido escenario de un respiro familiar primaveral organizado por la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura (ADMO), que ha contado con la colaboración de la Fundación Dolores Bas de Arus. En dicho respiro, un grupo de pacientes oncohematológicos infantiles y sus familias, en torno a 40 personas, han podido disfrutar de actividades al aire libre, talleres y encuentros muy esperados.
La directora general de Servicios Sociales, Infancia y Familia de la Junta de Extremadura, Carmen Núñez Cumplido, no quiso perderse esta cita y dirigió unas palabras poniendo en valor el trabajo que lleva a cabo dicha asociación y la importancia que tiene para los pacientes sentirse parte de una familia que es diversa y se basa en los cuidados.
Durante esta convivencia también se llevó a cabo una sesión de la Escuela de Familias que ADMO desarrolla desde el año pasado, a través de un proyecto que es subvencionado por la Fundación Inocente Inocente.
Según ADMO, un respiro familiar es un servicio de apoyo temporal a personas que sufren cualquier tipo de discapacidad. Su objetivo es favorecer la conciliación familiar y socio-laboral de los familiares y cuidadores que conviven cada día con estas personas.
En ADMO, estos respiros surgen para proporcionar a familias de pacientes que sufren enfermedades oncohematológicas un día de descanso para los adultos y una jornada de diversión para los pequeños, mientras realizan talleres y actividades variadas.
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