La Casa de la Cultura volvió a vibrar con el concurso de murgas

Una noche más, la Casa de la Cultura volvió a vestirse de gala para acoger una nueva edición del concurso de murgas, el CONVAL 2023, que este año ha cumplido su vigesimoprimera edición. Las más de 600 personas que presenciaron los dos pases celebrados, vibraron con el gran espectáculo ofrecido por las tres murgas inscritas en el concurso.

La maestra de ceremonias fue, por décima ocasión, la concejala de Participación Ciudadana Luisa Gaitán. La valverdeña comenzó con los agradecimientos hacia todas las agrupaciones y personas que han hecho posible la celebración de este concurso de murgas. Informó sobre las normas del concurso y que el jurado estaba formado por miembros de asociaciones relacionadas con el teatro y la música y por supuesto, por murgueros del Carnaval de Badajoz que saben perfectamente lo que es estar en esos escenarios. El domingo se dará a conocer el fallo, con el resto de premios del Carnaval.

Abrió el concurso la murga Los Escusaos, fusión de otras dos agrupaciones que este año ha debutado en Valverde de Leganés y también se han animado a participar en el Concurso de Murgas de Badajoz. Su actuación tuvo una dedicatoria especial hacia Sara. Iban disfrazados de okupas y provocaron las carcajadas de los presentes durante toda su actuación.

Seguidamente fue el turno de Los Viejitos Flama, murga que se formó inicialmente como los padres y madres de Los Nuevitos Flama, de los que cogieron su talento y ganas de hacer disfrutar, y demostrando que no hay edad cuando las ganas existen. Este año se han disfrazado de baraja española, con los reyes, los caballos las sotas de basto, etc., y con su actuación hicieron pasar un buen rato a todo el público presente.

Por último, fue el turno de Los Paparazzis, que han vuelto a las tablas tras un año de descanso. Ya han pasado 22 años desde que este grupo debutó en el concurso de murgas de Valverde, y aunque este año han faltado algunos miembros, han disfrutado y han hecho disfrutar a todos con sus canciones, disfrazados de arquitectos debido al alto número de obras públicas que hay en la localidad.

Las tres agrupaciones lo dieron todo sobre el escenario, con el principal objetivo de hacer pasar un rato alegre y ameno a todos y así fue, el público reconoció el trabajo, las letras, la música, los chistes, las parodias, etc., con grandes aplausos y ovaciones.

Una vez finalizado el primer pase, y tras desalojarse el salón, se dio paso al segundo para que otra tanda de personas pudieran disfrutar de sus actuaciones. En este segundo pase hubo una actuación extra, pero que no entró en concurso. Se trató del grupo Ibertrola, una murga callejera en la que militan algunos vecinos valverdeños.

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