«Dejar la Diabla ha sido una de las decisiones más difíciles»
Luisa Gaitán Blanco - Ha hecho de 'maligna' durante los últimos 15 años ·
La valverdeña deja el papel tras 15 años reencarnando a la protagonista de la fiestaLuisa Gaitán Blanco - Ha hecho de 'maligna' durante los últimos 15 años ·
La valverdeña deja el papel tras 15 años reencarnando a la protagonista de la fiestaNecesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Jueves, 19 de septiembre 2024, 12:30
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Durante los últimos 22 años, el verano en Valverde de Leganés gira en torno a una figura y de su fiesta, la Fuga de la Diabla, que ya fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y que año tras año es visitada por miles de personas que disfrutan de este espectáculo de oscuridad, fuego, terror y misterio.
Cada año, son más las personas que hacen posible este espectáculo. En la última edición colaboraron unas 700 personas. Por ello, esta fiesta destaca por su alta participación lo que le ha ayudado a colocarse como una festividad referente en la región.
De entre todos los papeles en esta representación, destaca el de La Diabla, que durante los 15 últimos años ha sido interpretado por Luisa Gaitán Blanco, quien ha decidido poner punto y final a su andadura como la maligna.
La valverdeña de 34 años ha sido la gestora cultural de Valverde durante los últimos años y de ahí su interés y entusiasmo por la cultura local y, en especial, por la fiesta por la que ha luchado tanto. Da la casualidad que Laura, su hermana, ha sido quien ha reencarnado al Ángel del Bien durante los últimos dos años y quien ha tenido que luchar contra la Diabla para apresarla bajo la custodia de San Bartolomé.
– ¿Cómo surgió la idea de representar este papel?
– Después de varios años participando, el papel de Diabla se quedó libre. Preguntaron quién quería ocuparlo y yo me animé junto con otra vecina. Nos hicieron una prueba y salí elegida.
– ¿Qué ha significado asumir el rol de 'Diabla' estos años? ¿Cómo te sentiste la primera vez?
– Para mí ha significado mucho orgullo, pasión y, sobre todo, felicidad. Ser Diabla nunca formó parte de mi trabajo, pero se convirtió en un compromiso muy serio que cumplir cada año. Aquella primera vez sentí muchos nervios, aunque reconozco que esos nervios me han acompañado año tras año. Ese gusanillo siempre lo he sentido cada vez que me ponía esa máscara.
– ¿Cuál ha sido la evolución más significativa de la fiesta?
– En total llevo 20 años participando, cinco con otro papel y 15 como maligna. La evolución del espectáculo ha sido impresionante en todos los niveles, pero lo más significativo ha sido la participación. Todos los vecinos y vecinas se implican para que esa noche salga perfecta con un único objetivo, hacer disfrutar al que acude a verlo.
– 'La Diabla' es una figura llena de misterio y simbolismo. ¿Cómo te preparabas cada año?
–Para mí era todo un ritual: días antes coloco el traje, la máscara, y todos los accesorios, compruebo que no falte nada y a esperar al gran día. Las horas previas me voy a Casa Cultura para comenzar a prepararme y a intentar estar concentrada. Repaso la escaleta del espectáculo, la lucha final, y disfruto del momento de vestirme y maquillarme. Intento estar relajada, son muchas horas con un traje y una máscara que son pesados. Siempre, antes de salir, es obligatoria la arenga con los Diablos Rojos, los cuales me custodian hasta la salida de la Iglesia y me acompañan esa tarde en mi preparación.
– ¿Hay algún momento especial que recuerdes con cariño?
– La anécdota más recordada por mí y creo que por todos, fue la caída que sufrí en 2017, una caída muy aparatosa y que tuvo como resultado un esguince de segundo grado con el que tuve que acabar el espectáculo. Fue un momento muy difícil, pero conseguí reponerme y terminar. Después salí con muletas esa noche. El tatuaje que me hice en ese tobillo herido siempre me recuerda que aunque te caigas, todo debe continuar, y en ese momento era más importante el espectáculo que yo misma.
– ¿Qué fue clave para declararla de Interés Turístico Regional?
– La Declaración de FITR no es un regalo, es fruto del trabajo duro y cuidadoso. Primero en respetar las teorías que sustentan La Fuga de la Diabla, y combinarlas con un espectáculo cuya máxima dificultad es la falta de diálogo entre personajes, convirtiéndolo en algo único. La evolución, el compromiso, la participación, y el orgullo de querer que la fiesta siga atrayendo a miles de visitantes, creo que son los factores más importantes para haber obtenido esta distinción. Todo esto gracias a todos los trabajadores, voluntarios y asociaciones, sin las cuales no sería posible.
– ¿Qué te motivó a tomar la decisión de dejar el personaje?
– Quién me conoce sabe que la decisión es una de las más difíciles que he tomado en mi vida, incluso hay gente que no termina de creerlo. Es momento de adquirir otros papeles. Ser la Diabla implica mucho compromiso, ir a todos los ensayos, conocer toda la historia, tú eres el referente, y los años van pesando. Es momento de que las generaciones más jóvenes conozcan la máscara desde dentro y ojalá cada año alguien distinto pudiera probar esa sensación.
Creo que he dejado el listón muy alto y me voy con la satisfacción de que la gente ha disfrutado y que pasen los años que pasen, Luisa Gaitán seguirá siendo La Diabla, es un título que siempre será mío y lo llevaré con orgullo.
– ¿Qué esperas en el futuro de la fiesta? ¿Seguirás involucrada?
–Espero que La Fuga de la Diabla siga creciendo, que se pelee para que, aunque parezca muy ambicioso, consigamos ser Fiesta de Interés Turístico Nacional. Seguiré involucrada, es algo de lo que nunca dudo. Me seguiré vistiendo, por supuesto siempre del lado de La Diabla, ayudaré a las personas que se pongan la máscara. La Fiesta se merece que siga apoyándola, solo los que la llevamos tan adentro podemos ayudarla a que siga creciendo.
– ¿Qué consejos le darías a la persona que tome tu lugar como 'Diabla'?
– Espero que quien se ponga la máscara sienta pasión por la fiesta, conozca su historia, ensaye mucho, porque sí, hay que ensayar, y, sobre todo, que sienta mucho orgullo porque esa noche todas las miradas van hacia La Diabla, la verdadera protagonista de la noche. Y que disfrute tanto como yo lo he hecho.
– Para terminar ¿qué mensaje te gustaría compartir con tus paisanos?
– Me gustaría agradecer a todas las personas que me han acompañado en estos años. No me puedo olvidar de mis primeros años con teatro Guirigay como farolillo y dos como maligna. Gracias a todo trabajador del Ayuntamiento que en algún momento trabajó conmigo para que la Diabla fuera la reina por una noche. Pero sobre todo gracias a quienes voluntariamente se implican con su tiempo y dedicación para que todo salga perfecto, vosotros merecéis el mayor de los agradecimientos.
Y como no, gracias a todos los participantes: a mi Ejército Negro, que nunca ha dejado sola La Diabla, al ejército blanco, contra el que luchamos, pero con el que disfrutamos. ¡Qué bonito hermana pelear contra ti!
A mi pareja, Abel, gracias por entender mi pasión y sufrirla también, ha sido muy bonito vivir este último año desde dentro contigo. Gracias a todos porque sin el resto de participantes, yo no hubiera podido escaparme de la Iglesia. Diabla solo hay una, pero la Fuga de la Diabla somos todos y cada uno de los que estamos esa noche para darlo todo por nuestra fiesta más especial y única.
El mejor reconocimiento es el cariño de los que sabemos el significado de La Fuga de la Diabla, así que gracias a los que de verdad están ahí año tras año. Y también gracias a Hoy Valverde de Leganés por cubrir cada segundo de todos estos años. ¡Qué se coman los demonios a los dioses!
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