

Fernando Negrete
Martes, 18 de abril 2017, 10:30
A finales del año pasado un grupo de antiguas alumnas de los años 60, del colegio «César Hurtado», decidieron juntarse de nuevo. Organizaron una cena a la que invitaron a Doña Amparo, una de sus maestras de entonces y a la que recordaban con especial cariño.
Fueron muchas las generaciones de valverdeñas que recibieron sus enseñanzas en los años que permaneció en nuestro pueblo. Ahora traemos a esta sección su protagonismo con la seguridad de que será de interés de las que fueron alumnas y de otras muchas personas que la conocieron.
Amparo García Granado, Doña Amparo, como es conocida en Valverde, es la mayor de tres hermanos: Miguel, ya fallecido, que fue perito mercantil, y Carmen, también maestra y ya jubilada. Se casó en 1962 con Leopoldo Benegasi Anguiano, con quien compartió la mayoría de sus destinos hasta su fallecimiento en 1989 con tan solo 58 años. Tuvieron una hija, Inmaculada, que es profesora de inglés y que le ha dado dos nietos.
Cumplió su sueño de ser maestra en mayo de 1960 cuando fue nombrada interina en El Carrascalejo. Aprobó las oposiciones con el número 4, en el año 1961 y obtuvo su primer destino como propietaria provisional en Talavera la Real.
En septiembre de 1962 consigue plaza definitiva en Valverde de Leganés. En palabras suyas: «Llegué a Valverde en mi Seat 600, con mi marido Leopoldo, recientemente pescado, que estaba de maestro en Torre de Miguel Sesmero, también me acompañaba mi padre y mi hermana Carmen que también había sido destinada a Valverde; mi madre no fue porque se mareaba en el viaje.»
Momentos difíciles
Sobre esos años de docencia nos dice que «fueron momentos difíciles y a la vez ilusionantes; los últimos años del franquismo, la dignificación de la profesión de maestro y de los alumnos, con la ley de Villar Palasí, la apertura del país al exterior, los años del cambio y la recuperación de la democracia.». Ella resume esa época con una frase: «años en los que hubo que hacer y servir para todo».
Doña Amparo permaneció en Valverde 18 cursos, la mayoría de ellos junto a Don Leopoldo, y los valora como los mejores y felices años en lo personal y profesional, destacando sobre todo que guarda para siempre el cariño de los valverdeños con muchos de los cuales sigue en contacto.
Después de nuestra localidad ejerció su profesión en Badajoz, en el Colegio Piloto Guadiana, Pastor Sito y la Aneja, para terminar en el Instituto Rodríguez Moñino, donde permaneció doce años, hasta su jubilación a los 66 años de edad, hace ya ocho años, después de 48 de docencia.
De su paso por Valverde de Leganés, nos recuerda que su primera escuela estaba en «La Cachucha», en los altos frente a la actual Casa de la Cultura; allí comenzó posteriormente el comedor escolar, del que nadie quería responsabilizarse y la inspección la nombró a ella. El primer día de su funcionamiento pudo ocurrir una desgracia, pues una maestra, Doña Rita, se atragantó con un trozo de pollo y estuvo a punto de asfixiarse, por suerte Don Leopoldo la trasladó rápidamente a Badajoz donde la recuperaron. También nos dice que al principio, ella y su hermana se quedaban en pensión en la casa de «las Candelas», en la calle Olivenza, luego ya con su marido en Valverde, vivieron en las Casas Baratas, y por último, iban y venían a diario a Badajoz en su Seat 600.
Como despedida, quiere hacer llegar a los valverdeños su cariño y recuerdo y en especial a todos aquellos que fueron sus alumnos y compañeros de trabajo.
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