Dos jóvenes oliventinos originan un desagradable incidente en la piscina municipal
Los jóvenes se saltaron la pared de la piscina antes de su apertura y se negaron a abandonarlas cuando se lo indicaron los responsables de las instalaciones por lo que tuvieron que avisar a la Guardia Civil
Fernando Negrete
Domingo, 10 de julio 2016, 12:14
En la mañana de este sábado, cuando los socorristas de la piscina municipal y en encargado del quiosco, abrieron las instalaciones, se encontraron con la presencia de dos jóvenes oliventinos que se habían saltado por la pared y uno de ellos estaba bañándose en calzoncillos y el otro acostado en los escalones. Ante los síntomas de embriaguez que presentaban y las negativas a abandonar la piscina, avisaron a la Guardia Civil.
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Poco tiempo después, en el coche patrulla, se personaron dos agentes que lograron convencer a los jóvenes para que abandonaran la piscina y que se marcharan a Olivenza en un taxi pues no se encontraban en condiciones de conducir el coche marca Jeep wrangler con el que habían llegado y lo tenían cerca del campo de fútbol 7. Parece ser que llevaban toda la mañana por la zona de bares de la carretera y realizando maniobras peligrosas con el vehículo.
No se marcharían muy lejos porque unos minutos después llegaron de nuevo a la piscina, ya con bastante público. En esta ocasión uno de ellos se quedó fuera y el otro se dirigió a la zona de césped donde se acostó. Nuevamente avisaron a la Guardia Civil que acudieron enseguida, justo cuando el que estaba acostado se había quitado los pantalones dispuesto a espabilarse con un buen baño. A las indicaciones de los agentes de que tenía que abandonar el recinto, el joven mostró notable resistencia negándose a hacerlo originándose una situación bastante desagradable sobre todo por los numerosos niños presentes. Los dos guardias se llevaron al muchacho que conforme nos dijo un responsable de las instalaciones, tuvo que ser esposado ante la oposición que ofrecía.
Poco después, se encontraban varios coches patrulla de la Guardia Civil y uno de atestados, a las puertas del consultorio médico donde parecer ser, era atendido uno de los jóvenes que se había autolesionado en las dependencias del cuartel de Valverde rompiendo un cristal de una puerta de un cabezazo.
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