Las zonas verdes como recurso

El reto más importante que enfrentamos en los próximos años viene determinado por los problemas de la degradación ambiental, nuestra capacidad para generar residuos, nuestro modelo de desarrollo basado en el consumo, la contaminación, el cambio climático, etc.

Ante este escenario, es necesario emprender acciones de responsabilidad ambiental y en este sentido, los Ayuntamientos, como instituciones más cercanas al ciudadano, tienen un papel fundamental, deben dedicar esfuerzos y recursos a tal fin, transmitir un sentimiento de responsabilidad ambiental entre la ciudadanía, ademas de utilizar estos espacios verdes para mejorar la calidad de vida de las personas.

Valverde de Leganés cuenta con una superficie importante de jardines y zonas verdes, destaca por encima de la medida nacional en metros cuadrados de espacios verdes por habitante.

Esta situación es el resultado de una apuesta valiente y decidida: valiente porque hace más de veinticinco años, cuando dio comienzo esta transformación en el municipio, las zonas verdes aún se entendían como algo puramente decorativo, ornamental; y decidida porque el paso del tiempo ha demostrado que esa iniciativa de mejorar los espacios públicos, no solo ha sido mantenida en el tiempo, sino que también se ha aumentado y reforzado.

El Ayuntamiento, sus responsables municipales, han entendido siempre la importancia de estos espacios para mejorar las zonas públicas y así también proporcionar mayor calidad de vida a sus vecinos y vecinas. La propia Organización Mundial de la Salud considera la superficie destinadas a zonas verdes por habitante, como un indicador de la calidad de vida.

Pero ¿por qué necesitamos los jardines? La respuesta es sencilla, los espacios ajardinados humanizan los espacios urbanizados y nosotros somos seres humanos, necesitamos esa representación de la naturaleza que representan las plantas, los árboles, por que hacen más habitable nuestro entorno.

Los beneficios son numerosos y en este escenario de aumento de temperaturas y olas de calor aún más necesarios. No solo cumplen funciones ambientales tan importantes como la disminución de la temperatura y la regulación de la humedad, también nos proporcionan beneficios sociales proporcionando espacios para la convivencia, además de mejorar aspectos psicológicos favoreciendo la sensación de bienestar, la percepción de tranquilidad y bienestar, etc.

La educación ambiental tiene que pasar a ser una prioridad si queremos contribuir de una manera positiva a reducir o minimizar los impactos negativos de los problemas ambientales. En este sentido, las zonas verdes son un recurso también para conseguir a través de su riqueza natural, transmitir un sentimiento de responsabilidad ambiental. Los jardines son una herramienta para construir una sociedad más sostenible.

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